Plástico vs Aluminio

¿Qué material es mejor para una linterna?
14 diciembre, 2022

Cuando buscamos una linterna, en la mayoría de las ocasiones nos centramos en la potencia lumínica, la autonomía, el tamaño, el peso o el precio. Pero, un atributo tan importante como los anteriores, dependiendo del uso que se le vaya a dar, es el material del que está hecha. Los más utilizados son el plástico y el aluminio.

La durabilidad o la seguridad son algunas de las características directamente afectadas por la elección de un material u otro.

El entorno en que se va a utilizar adquiere una gran relevancia en la toma de la decisión de compra. Así, por ejemplo, los servicios contra incendios o los entornos industriales deben prestar especial atención.

A continuación se analizan dos aspectos clave derivados de la elección del material: la absorción/disipación del calor y la conductividad eléctrica.

El aluminio, al igual que la mayoría de los metales, es un gran conductor de calor. Esto facilita la disipación de calor generado por el LED, permitiendo alcanzar un mayor rendimiento lumínico. Pero, al mismo tiempo, esta conductividad del calor funciona en ambos sentidos. Por ejemplo, si se trabaja en un entorno con altas temperaturas (véase el caso de los bomberos), el aluminio absorberá el calor, convirtiendo la linterna en un elemento peligroso. Asimismo, la absorción de calor se transmite al interior, poniendo en serio riesgo la estabilidad de las baterías.

Por el contrario, las linternas de plástico no conducen el calor tan rápido como el aluminio, por lo que una envolvente de plástico es ideal para su uso en entornos con temperaturas peligrosamente altas. Además, no sólo son más seguras de manejar, sino que son mucho mejores a la hora de proteger las baterías en condiciones extremas.

Con respecto a la conductividad eléctrica, otra ventaja importante del plástico es que, debido a que es significativamente menos conductor que el metal, evita la posibilidad de causar cortocircuitos en su contacto con equipos externos.

Adicionalmente, los plásticos específicamente desarrollados para su uso en equipos para atmósferas potencialmente explosivas (ATEX) sí que poseen cierta conductividad eléctrica que previene que se carguen electroestáticamente, evitando de esta forma la generación de una chispa.

Conclusión: si la linterna va a estar expuesta a altas temperaturas o en entornos industriales, los materiales plásticos técnicos se presentan como la opción más segura.

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